Continúa la novena que la Comunidad de Hermanas Terciarias Franciscanas del Pozo Santo están dedicando a la Santísima Virgen del Tránsito y Asunción. Ayer, tercero de los días, estuvo dedicado a la sencillez de María. Explicando en la homilía el predicador la vida de la Santísima Virgen Nazarena.Ayer sábado, el párroco de la Parroquia de San Pedro de Sevilla, Pedro Arenal y predicador del novenario de la Santísima Virgen del Tránsito y Asunción del Pozo Santo, lo dedicó a la sencillez de la Madre de Dios. El sacerdote hizo un repaso de la vida de la Virgen, explicando que Nazaret era considerada como una localidad de la que no podía salir nada bueno. Galilea tampoco estaba bien visto en la sociedad que le tocó vivir a María.
La sencillez de María está ligada al "Sí" de la Virgen. Ella, según Pedro Arenal, se dejó llevar por la voluntad del Señor y fue un instrumento en las manos de Dios.
El párroco de la Parroquia de San Pedro Apóstol, en este día de novena, quiso transmitir la vida sencilla que llevó María, al cargo de su Hijo y de José, su marido. Explicó que si José repudiaba a María, según la Ley la hubiera lapidado porque estaba embarazada. "Fue el Señor quien en sueños habló a San José para que no repudiara a María y la acogiera en su casa", dijo Pedro Arenal, mientras la Santísima Virgen dejó obrar a Dios y fue haciendo lo que estaba previsto en la idea salvadora de Dios.
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