El primer culto que recibió la Santísima Virgen del Tránsito fue el 15 de agosto de 1756 y permaneció diez días en la Parroquia de San Andrés. Esta estancia parroquial costó a la Comunidad de Hermanas Terciarias Franciscanas de la época 450 reales, o lo que es lo mismo, a 45 reales diarios. Es curioso comprobar que el coste total de los primeros cultos a la Santísima Virgen del Tránsito costaron 1.362 reales.
Las Hermanas Terciarias Franciscanas del Tránsito fueron de las primeras en imprimir estampas de la Santísima Virgen en 1777. En esta ocasión imprimieron un total de 600 estampas, que costaron 200 reales.
Más de dos siglos y medio la Santísima Virgen del Transito está recibiendo culto en el Pozo Santo, visitada por fieles devotos que no olvidan la cita anual con Ella cada mañana del 15 de agosto.
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