Un año más Sevilla se rindió ante la Virgen del Tránsito y Asunción del Pozo Santo. A las 9:00 horas, cuando aún estaba en la calle la Virgen de los Reyes, se abrieron las puertas de la Capilla del Cristo de los Dolores del Instituto de Franciscanas Terciarias del Tránsito y Asunción de Nuestra Señora, popularmente conocidas como del Pozo Santo y quedó expuesta a la veneración popular la Sagrada Imagen de Nuestra Señora del Tránsito.
Poco a poco la pequeña Capilla se fue llenando de devotos de la Virgen del Tránsito y, al mismo tiempo, cumplían con una tradición que data del siglo XVII, con la llegada de la Bendita Imagen al Pozo Santo: Visitarla en la mañana del 15 de agosto.
Fueron muchos los devotos que pasaron por el Pozo Santo que las colas llegaban hasta la Plaza de Zurbarán . Una tradición que instauró la Madre Mayor Josefa Alejandra de la Presentación, enamorada de la Virgen del Tránsito y autora de tener una Imagen de las características de la que se venera en el Pozo Santo sevillano.. La obra que comenzaron las Madres Marta de Jesús Carrillo y Beatriz Jerónima de la Concepción, sigue su camino dentro de la sociedad sevillana, acogiendo a los enfermos, impedidos de Sevilla.
La devoción a la Virgen del Tránsito no conoce de fronteras, de ahí que el Papa Pío VI otorgó Indulgencia Plenaria a todas aquellas personas que visitasen a la Virgen del Tránsito en su Capilla del Cristo de los Dolores en la mañana del 15 de agosto. Este Breve Pontificio está firmado en Parma el 17 de abril de 1799.
A las 13:00 horas se cerraban las puertas de la Capilla del Cristo de los Dolores y comenzaba la Función Solemne en honor de Nuestra Señora del Tránsito y Asunción en su Día Grande para las Terciarias Franciscanas del Pozo Santo. Función que presidió el párroco de la Parroquia de San Juan de Ávila de Sevilla, José Capitas Durán.
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